Ausencia, dulce amarga,
de tu presencia la sombra
cuando no queda nada,
sólo estás tu.
Vives comigo, vieja compañera,
no me sueltas de un paso,
desde que el águila
ha tornado su vuelo.
Construções e
caixas ocupam seu lugar.
Vacío, insoportável vértigo
cuando lo invade todo
añoro la nostalgia
que me das tú, ausencia.
No me bastantes la memoria
de sus ojos, su figura,
del encuentro, de la dicha,
del amorosa ventura.
La plenitud sosegada
desbordante felicidad,
sello de la sola verdad
que no miniente ni engaña.
Fundamento de vida.
Ausencia, amiga mía,
háblame de Su venida
Por el dolor de tu presencia.
Abraham Kron
Sem comentários:
Enviar um comentário